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Prensa 12.09.2023.- En la ciudad de Sucre los días 7, 8 y 9 de septiembre se realizó el VI Congreso Educativo de la Iglesia Católica Boliviana con el lema: “Yo soy el camino, la verdad y la vida (jn14,6) Caminemos con Jesús en el Proceso Educativo Nacional” que tuvo alrededor de 400 representantes de la educación católica en los niveles de educación: regular, alternativa y especial, y superior, además de la participación de padres y madres de familia y estudiantes, y la importante participación de Mons. Giovanni Cesare Pagazzi representante del Dicasterio para la cultura y educación de la Santa Sede. En dicho congreso tuve la gracia de participar al ser director institucionalizado de una Unidad Educativa de Convenio de Santa Cruz.

Este encuentro generado desde un espacio de oración, reflexión, análisis, debate y puestas en común de todo el proceso educativo que la Iglesia Católica viene realizando desde su inicio en Bolivia; lo que implicó ver dónde estamos como educación y cómo estamos en educación, con una serie de aspectos importantes que nos impulsan como educación católica a volver retomar el liderazgo que hemos ido perdiendo, a reconstruir nuestra propuesta educativa en una propuesta de educación eficiente, inclusiva y de calidad; si bien nuestras experiencias son enriquecedoras en muchas regiones del país, las debemos difundir para que lleguen a otras unidades, también se planteo la necesidad urgente de volver a reabrir la Normal Católica, nuestras instituciones católicas son un referente para los padres de familia, ya desde estas fechas muchos vienen solicitando cupos para la siguiente gestión, esto nos demuestra que muchos padres apuestan por la educación católica cimentada en el evangelio y los valores.

ADVERTISEMENTPor otro lado nos preocupan aquellas familias que con tanta insistencia ingresan a nuestras instituciones pero luego no quieren compartir nuestra vivencia educativa caracterizada por la pastoral educativa, por la escuela de padres, por los talleres y encuentros que ayudan en la formación integral del estudiante, desde el apoyo y participación de la familia en la escuela, estos padres que delegan toda la educación a la escuela y que en muchos casos son quienes nos hacen mucho daño con sus acciones.

También nos hemos dado cuenta de que muchas instituciones católicas han confundido la escuela con la parroquia, es esta última la encargada de la catequesis y los sacramentos. Otro punto importante es la identidad del educador católico, aquél educador comprometido con la Iglesia y la educación, aquel que inventa nuevas metodologías y crea nuevas técnicas educativas, aquél que con el ejemplo es un referente para sus estudiantes, el que educa evangelizando y evangeliza educando, aquél que no le teme a los desafíos y se lanza a nuevos retos como la educación virtual.

En el tema del currículo, queremos como Iglesia un currículo que respete a la persona y la dignidad de todos, que busque la formación integral basada en valores y principios, que no sea solo una imposición autoritaria y política ni una imposición de ideologías foráneas descontextualizadas y forzosas, un currículo que se pueda efectivizar con infraestructura, mobiliario, equipamiento y capacitación docente y que esta sea reconocida y valorada por las autoridades.

La Iglesia cuenta con muchas experiencias educativas exitosas e importantes como por ejemplo la escuela internado de los padres escolapios en Cocapata (Cochabamba) donde además se cuenta con el bachillerato técnico, el Instituto Tecnológico Eterazama en el trópico de Cochabamba, el Colegio Humanístico Técnico San Pablo Fe y Alegría de San Miguel de Velasco donde se forman los mejores técnicos de tallado en madera, también experiencias como la de la Unidad Educativa Especial para niños sordos Julia Jiménez de Gutiérrez en Santa Cruz, la labor de las Escuelas Populares Don Bosco en todo el país, el quehacer educativo de las Escuelas de Cristo, la presencia de los colegios Maristas, La Salle, la obra educativa Hombres Nuevos, Josefina Bálsamo, congregacionales y parroquiales, tantas experiencias en educación regular, así como también en educación superior como en la Universidad Católica Boliviana, Universidad Salesiana y Universidad La Salle.

La Iglesia católica ha marcado y sigue marcando huellas en la educación boliviana por eso también exhortamos a nuestras autoridades Nacionales y Municipales respeten el convenio Iglesia-Estado, no nos dejen solos, necesitamos de su ayuda para que juntos podamos formar nuevas generaciones en nuestro país, capaces de transformar la sociedad en un sociedad más justa y solidaria donde podamos convivir en paz y armonía con todos los seres que nos rodean, respetando y cuidando la Casa Común. Porque la tarea de educar es de todos.

Dios continue bendiciendo la educación católica en Bolivia.

El autor es Director UE de convenio Domingo SavioJOSÉ LUIS BEJARANO CÉSPEDES – ANF