Contribuir a mejorar la calidad de la educación católica y nacional, apoyando los modelos y paradigmas organizados y desarrollados por el Estado, iluminándolos desde los valores evangélicos, fortaleciendo el servicio con una visión integral del desarrollo humano, plasmando un proyecto educativo católico institucional pertinente, contextualizado e innovador, proponiendo modelos participativos de gestión y apostando al acompañamiento y cualificación de los educadores.